La Colmena Cimarrona: «Mujeres poderosas que crean conciencia» sobre la soberanía alimentaria en las islas

La Colmena Cimarrona es una organización liderada por mujeres creada para hacer frente a la crisis alimentaria en Vieques

Por:
Lucía Alexeyev
Publicado en
November 19, 2025
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Encontrarme agachada encima de plantas de albahaca y pimiento, bajo el sol ardiente de Vieques, no estaba en mi agenda para aquel miércoles de junio, en la tarde. Llegué a La Colmena Cimarrona a las 3:30 p.m. buscando hablar con las líderes de la organización, para aprender más sobre su labor y sus metas. Tras cuatro horas de arrancar hierba y mover composta junto a las mujeres trabajadoras de la finca, descubrí que La Colmena es mucho más que una finca: es un centro de crecimiento, aprendizaje y comunidad. Pasar unas horas trabajando mano a mano en la tierra me enseñó más sobre La Colmena de lo que pude haber aprendido en una charla o entrevista.

La Colmena Cimarrona captó mi interés, al ser una organización que apoya la salud en Vieques —una isla al este de Puerto Rico— a través de los alimentos. Según la coadministradora de la finca, Katherine Martínez Medina, la Colmena Cimarrona fue fundada en 2018 por Ana Elisa Pérez Quintero y Elda Lud Guadalupe Carrasquillo para apoyar la alimentación de la comunidad tras la devastación del huracán María. Ambas coordinaron para proveer comida y apoyo a los residentes, cuando Vieques estuvo dos semanas sin servicios de ferry lo que impidió importar alimentos a la isla.

Parte del equipo de La Colmena Cimarrona posa para una foto en medio de La sambumbia, un mercado agrícola local que se celebra en Vieques. De izquierda a derecha, Elda Lud Guadalupe, Katherine Martínez Medina e Ilandra Guadalupe Tirado (atrás); y Ana Elisa Quintero y Aurines Torres, presidenta de la Junta Directiva de La Colmena Cimarrona (delante). Foto suministrada.
"La Colmena se creó para abordar la crisis alimentaria, que es otra gran deficiencia y un problema en Vieques", dijo Martínez Medina.

Pérez Quintero y Guadalupe Carrasquillo establecieron La Colmena formalmente como una finca agroecológica para promover la autogestión y la soberanía alimentaria en la comunidad.

La organización internacional de agricultores, La Vía Campesina, acuñó el término en la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996, para referirse a “el derecho de los pueblos a alimentos saludables y culturalmente apropiados, producidos mediante métodos ecológicamente respetuosos y sostenibles”. 

La profesora de Planificación de sistemas alimentarios, Carol Gerena Ramos, opinó que, alrededor de Puerto Rico, diversos grupos cumplen con ese criterio de producción y distribución. Sin embargo, la parte difícil es cumplir con un segundo componente que establece La Vía Campesina: el “derecho a definir sus sistemas alimentarios y agrícolas”. Esto es más cuesta arriba, según la profesora de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. 

“¿Cómo se ejerce el ‘derecho a definir nuestros sistemas agroalimentarios’ desde una colonia como Puerto Rico? Más aún, ¿cómo se ejerce desde un contexto como Vieques, municipio al que se le ha llamado la 'colonia de la colonia'?", cuestionó.

A su juicio, La Colmena Cimarrona en Vieques lo está haciendo. 

Mujeres líderes de la autogestión en Vieques

Mi primera vez en La Colmena, noté que estaba rodeada de mujeres. Voluntarias de todas edades y procedencias trabajaron conmigo y componían el equipo administrativo de la finca. Fue asombroso ver esto dentro de un sector económico donde solo el 12% de los operadores agrícolas puertorriqueños haciendo más de $500 anuales son mujeres, según el Censo de Agricultura de 2022 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Los datos, sin embargo, son escasos y limitados por la baja participación y las políticas excluyentes. 

Ramos Gerena describió a La Colmena como “un espacio desde el cuál mujeres mayormente afrodescendientes asumen la soberanía alimentaria al tomar decisiones sobre su tierra, su comida, su gente, y su sistema alimentario”. 

Muchas líderes de La Colmena también participan en otras organizaciones comunitarias, como la Alianza de Mujeres Viequenses. La Alianza y La Colmena colaboran a menudo, por lo que las mujeres se destacan en estos espacios como líderes del cambio social y del empoderamiento comunitario. Martínez Medina cree que las mujeres han llevado el papel que se les ha impuesto como cuidadoras fuera de sus hogares y al espacio público, para provocar cambios mientras lideran con cuidado y empatía.

“Encuentro que las mujeres sistemáticamente caen en ese rol de cuidadoras, ese rol de archivistas, de llevar récords, ese rol de líderes de hogar. Así que yo creo que todas estas tareas, manejadas por todos esos roles de género impuestos, han desarrollado un estilo de liderazgo que ha sido apoyado por otras y que las ha llevado a organizarse, para defender su casa… su tierra, sus familias”, dijo Martínez Medina.

Sandra Meléndez, coordinadora administrativa de la Alianza, reconoció el esmero de las mujeres de La Colmena por asumir problemas a fin de apoyar a la comunidad y promover la autogestión en la isla. “Hay muchas cosas que son obligación del estado, pero entiendo que también hay muchas otras cosas que podemos lograr nosotras mismas". Ella describió a La Colmena como un grupo que sirve como modelo de acción comunitaria para el bien común.

Dos agricultoras embarazadas, Jahzara Heredia y Ana Elisa Quintero, posan en medio de una jornada laboral. La granja familiar de Heredia se llama Jahflor; y ella es parte del Colectivo Agrícola Viequense. Foto suministrada.
“Tienen mujeres increíblemente poderosas, y al crear conciencia sobre la autogestión en el sector agrícola, realmente no tenemos que depender necesariamente [del Estado]."

Promover la salud comienza con los alimentos

En línea con su meta de apoyar la salud en Vieques, La Colmena provee alimentos frescos que son culturalmente viables como la yuca, la batata, el plátano, el guineo mafafo, el chufa, el col chino y los ajíes dulces. También, tienen varios árboles y arbustos frutales, como la guanábana, la acerola, la piña y el coco. 

En sus cinco años de trayectoria, han cultivado sobre treinta productos diferentes, desde frutas y vegetales hasta plantas medicinales. Martínez Medina dijo que están en proceso de cultivar más, como el aguacate y el mangó, pero estos tardan más tiempo en crecer.

Una vista de una de las carpas de cultivo de La Colmena durante una jornada de voluntariado celebrada un miércoles. Foto de Lucia Alexeyev.

Mantener los precios asequibles es clave para la misión de La Colmena. Realizan mercados donde venden sus productos, miel, jugos y recetas caseras con un 25% de descuento para los residentes. Ese es un esfuerzo en conjunto a otros productores que integran La Colectiva Agrícola Viequense. También, lideran una iniciativa llamada Cajas por la Soberanía Alimentaria, en la que 15 familias viequenses reciben bisemanalmente una caja llena de productos agrícolas locales. Una caja cuesta $20, y a veces es cubierta por donantes de la Isla Grande.

Las fundadoras de La Colmena reconocen sus limitaciones al ser una organización sin fines de lucro, al de no poder "suplir cajas [de alimentos] para todo Vieques, aunque quisiéramos". La falta de fondos también agrava problemas como la capacidad de pagar el alquiler del terreno en el que trabajan, así como la importación por mar de recursos para la finca. Sin embargo, estas limitaciones no han impedido que La Colmena trabaje para su comunidad.

Contribuyendo al ecosistema agroempresarial y a la futura generación

Este grupo de mujeres se ocupa de su impacto educativo, especialmente en los jóvenes. La Colmena celebró su campamento Abejas Reinas durante el verano, un espacio que invitó a jóvenes, entre 12 y 16 años, a discutir temas de historia, racismo, soberanía alimentaria, cultura y comunidad. El campamento de verano se ha extendido ahora a lo largo del año, reuniéndose una vez al mes para inculcar liderazgo comunitario y autoestima, según Martínez Medina.

Las participantes del campamento de verano Abejas Reinas visitaron Adjuntas, una localidad situada en la región central de Puerto Rico, para aprender de otras agricultoras y comparar la disponibilidad de alimentos. Foto suministrada.

En el último campamento, las niñas se dividieron en parejas para crear un menú para una comida. Luego, las llevaron a dos supermercados en Vieques y analizaron qué ingredientes había disponibles y a qué precios. Hicieron el mismo ejercicio en Adjuntas, ubicado en la cima de la Cordillera Central. “Nos dimos cuenta que había mucha más variedad de productos en Adjuntas, la calidad de los alimentos era totalmente distinta; los precios eran más accesibles. Reflexionamos sobre qué estaba pasando: por qué estos alimentos no se encontraban en Vieques, y ¿qué podemos hacer?”, mencionó Martínez Medina.

El personal también colabora con escuelas dentro y fuera de Vieques, cuyos estudiantes visitan la finca para entender cómo se producen los alimentos locales. "En colaboración con una de las escuelas, [...] los estudiantes y el personal de La Colmena han desarrollado un huerto escolar donde los estudiantes están a cargo del mantenimiento", dijo la cofundadora Guadalupe Carrasquillo.

La bombera forestal Yamilka Rios Guadalupe ofrece un taller sobre manejo de motosierra para la poda de árboles. Foto suministrada

El colectivo también organiza talleres y sesiones informativas dirigidos a adultos para que aprendan sobre la organización y empoderen a la comunidad. Entre sus servicios, los capacitan en prácticas agroecológicas para sus hogares y les ofrecen varios talleres sobre agricultura, alimentación y nutrición. 

Tuve el privilegio de asistir a un taller dirigido por el orador invitado James Larkin, un gurú de la nutrición autodidacta, sobre la "descolonización del paladar", presentando una planta increíblemente nutritiva y versátil llamada chaya. Pasé aquella noche aprendiendo sobre los orígenes, historias y usos de las plantas, y pude probar varios platos deliciosos hechos con chaya.

La magia de la siembra

Los días de voluntariado comunitario cada miércoles son un espacio especial para que viequenses y visitantes interactúen con la tierra en la que están, su historia y lo que puede brindar. Como dijo Martínez Medina, "Veo a La Colmena como un espacio, [y] una oportunidad para que el viequense se reconecte con la tierra, se repiense como parte de ella, que conecte con la magia de sembrar, cosechar y comer alimentos saludables y culturalmente viables, y para que aprendamos a valorar lo que tenemos".

La autora Lucía Alexeyev (a la derecha) participa de la charla sobre el chaya, como parte de la serie “Descolonizando el paladar”. Foto suministrada

Había una cierta magia al trabajar en La Colmena. Al final del voluntariado, me sentía completamente agotada. Al ser de la ciudad de Nueva York, nunca había trabajado realmente con la tierra. En La Colmena, experimenté una pequeña parte del trabajo que implica cultivar alimentos de la tierra y apoyar a una comunidad. El trabajo se sintió increíblemente gratificante, a pesar de mi agotamiento. Como parte de la diáspora puertorriqueña y viequense, La Colmena me ofreció el espacio y el tiempo para conectarme con el lugar que mi familia una vez llamó hogar.

Escuché las historias de otras personas y aprendí sobre lo que significaban Vieques y La Colmena para ellas. Las mujeres reconocen el esfuerzo de La Colmena en proporcionar un espacio para la gente relacionarse, desestresarse de las luchas diarias y contribuir a la comunidad. Algunas personas, incluso, vienen de la isla principal para aprender sobre Vieques y apoyar a la comunidad. 

Sopa de calabaza recién hecha con productos propios de La Colmena. Las mujeres nos ofrecieron sopa a mí y a los demás voluntarios después de un duro día de trabajo. Foto por Lucía Alexeyev

Al final de aquella jornada, las mujeres de La Colmena nos invitaron a mí y a las otras voluntarias a la especialidad de la finca: sopa de calabaza, hecha con sus propios cultivos, y algunas de las primeras quenepas de la temporada, directamente de la planta.

Lucia Alexeyev es una estudiante de Emory University cursando un grado en Historia Latinoamericana y Salud Global. Su abuela es de Vieques, y fue quién le inspiró a hacer una tesis de honor investigando la historia de la salud y la atención sanitaria en Vieques.

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